El haiku japonés, sensación pura, pensamiento puro, poesía pura..."unas pocas palabras verdaderas" (A.Machado) que lo revelan todo: lo metafísico y lo sensible, la realidad y el deseo, la vigilia y el sueño, lo humano y lo bestial, lo femenino y lo masculino, lo oculto y lo evidente, la ambición y el desapego, el sufrimiento y el placer, el frío y el calor, la alegría y la tristeza, a ti y al otro, a mí y a ti.... Todo lo abarca, todo cabe en él, todo lo dice: es la esencia primoridal de la que surge el mundo: sencillo e infinito como las estrellas.
Ahí va algún ejemplo que copio del libro de Fernando Rodríguez Izquierdo, El haiku japonés. Historia y traducción publicado por Ediciones Hiperión. Imprescindible para el que quiera acercarse a este prodigio de intuición poética, tanto por el estudio preliminar como por las traducciones comentadas.
¿Eterno retorno?:
¿Estoy viendo flores caídas
que retornan a las ramas?
¡Es una mariposa!
(Moritake)
¿Génesis?:
Un viejo estanque;
al zambullirse una rana,
ruido de agua.
(Bashoo)
Misantropía:
Gran calma;
solo voy,
solo me entretengo.
(Issa)
Envejecer morir
es el único argumento de la obra
(Gil de Biedma):
Te bañan cuando naces,
Te bañan cuando mueres.
Eso es todo.
(Issa)
sábado, 16 de febrero de 2008
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