Un día el cabrito se acercó hasta Brahma, el creador, y se quejó muy amargamente de su condición.
-Todas las criaturas –dijo-, quieren hacer de mí su alimento. ¿Por qué razón, oh poderoso Brahma les sirvo de alimento? ¿Te parece justo?
Brahma le escuchó y le respondió:
-¿Qué decirte, hijo mío? Incluso a mí, al verte, se me hace la boca agua.
Jean-Claude Carrière. El círculo de los mentirosos. Lumen
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